lunes, diciembre 04, 2006

ARGENTINA - Y CUANDO NOS VAMOS DE BUENOS AIRES?

Pero aún quedaban cosas por hacer y contar.

Una de las cosas que mas sorprenden de Bs As es la cantidad de "quiscos de diario" que hay en las calles. Cantidades de revistas que se pueden conseguir en todas las esquinas. Hay pequeñas casas que venden revisas y libros viejos que son muy frecuentadas. El locón y Jesusiño compraron cantidades ingentes de material para leer en lo que quedaría del viaje (y que nunca leyeron... cuanta revista vieja). Aún tengo la edición de Rojo y Negro de Stendhal que nunca he leído.

Un destino final que nos quedo fue volver al Tigre pero esta vez temprano y llegamos. Abordamos uno de los ferrys para pasear por el delta del Paraná y ver las casas que adornan este lugar. Realmente es un sitio en donde es un placer vivir. Son casas de ensueño rodeadas de naturaleza. Debe de ser extraño salir por la puerta trasera y saludar al vecino que justo estaba sacando a pasear al perro en la lancha. Mmmm... aquí se puede disfrutar de una pizza con harto tomate y pimiento verde (¿porque la pizza en Argentina es tan diferente?) hecha en casa. Buen punto.

El último día pasamos por una feria con Jesusiño y familia (Feria de Matadero). Y francamente fuimos a sitio bastante particulares. Empezando que fuimos a comer a un restaurante bien antiguo y muy frecuentado rodeado por una enorme feria. Aquí se puede tomar el vino tinto con soda para bajarle el alcohol. Muy extraño.

Luego, nos fuimos a una discoteca de jubilados.

Pues era un colegio en donde se reune la "gente de peso" (léase de 60 para arriba) para bailar tango (aunque por allí salió Shakira con las caderas que nunca mienten) y resultó ser un espectáculo de interesante: 30 parejas en la pista bailando con elegancia y destreza. Por allí se podía ver gente joven alternandose con parejas mayores deslizandose entre tangos de lamentos y tristezas y estre ellas una muchacha de un largo vestido rosado que aunque estaba con el novio no dejaba de coquetear con otros muchachos (léase esta vez con los recién llegados). Como el novio estaba más alto que este humilde comentarista solo se limitó a mirarla y desearle que sea feliz con la mirada. Mmmmm...

De allí salimos a... ¿un bar? (¿Cómo se le puede llamar a eso jesusiño?). Era un sitio antiguo y descuidado en donde un grupo tocaba. El hombre de la guitarra era amigo de la mamá de Jesusiño así que nos trataron con mucho aprecio. Dos Quilmes en la mesa para empezar y disfrutar del espectáculo. También se apareció un gaucho con atuendo y todo, un tío de unos sesenta años todo vestido y sin caballo.

Al locon no le gusta relamente la cosa folklórica y después de 4 horas ya estaba dedicado exclusivamente a libar tanta cerveza como fuera posible para olvidar las penas.

El grupo musical si era como para recordarlo. Dos guitarras y un bombo tocado por un tipo que depués de cada canción se soplaba un vaso de alcohol. Demás esta decir que luego de 6 canciones el tipo convertía una chacarera campesina del Chango Rodriguez en una versión "Chill-Out BomboPlus Mix". El tipo entraba en un trance de golpes frenéticos y maromas con el mazo que en una de esas dejó el bombo para servirse otro vaso y cuando volvió ya no lo encontró.

Yo entiendo que a alguien se le pueda perder un rondín en un escenario de 1x1 metro... ¡pero un bombo?

Al final... se apareció el bombo y con el la chica del otro local que resulto ser la hija del gaucho y su indumentaria resulto ser la de "la gaucha". Quien diría...

Al final.. después de una larga jornada de Zambas, Chorrilleros, Calanbrias, Valsecitos criollos, Rasquidos dobles y una Jota cordobesa de contrabando, se acabo el día.

¿Ahora si nos vamos a Uruguay?

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