
Al final, le luz del dia calma los animos. Conocer Arequipa require una botella de agua, buen físico para caminar a casi 2350 msnm (aunque es una buena preparación para lo que vendría después) y un buen mapa para conocer los puntos de la ciudad: La Catedral, Las iglesias de La Compañía, De La Merced y San Francisco, los conventos de Santa Catalina, La Recoleta y Santo Domingo, La Catedral... (hablando de conventos, por allí nos contaron que en tiempos de la colonia los curas se iban a visitar a las monjas y habían unos entripados nada santos entre los conventos bien avanzada la noche... quien sabe). Además de sentarse en la plaza principal de Arequipa y disfrutar de su arquitectura.
Sin embargo, un recorrido más original se puede realizar a las afueras de la ciudad, conociendo la campiña y algunos pueblos alejados. Guiados por el primo de Jesús y a bordo de un Tico taxi-tour recorrimos Socabaya, Paucarpata, Sabandía y Characato (aqui van a encontrar a la gente hablando de una manera que es para matarse de la risa). Se conoce ademas la Casa del Fundador de Arequipa y el mirador de Sachaca (una vista inmejorable de la ciudad y todo el valle). De alli a la picantería "La Lucila" (Calle Grau 147 - Sachaca). Allí esta la tía, sentada y sorda casi por complejo, con unos ojos vivos que no han dejado de ver en 112 años. Pastel de papa, rocoto relleno y un litro y medio de Anís Najar dizque para bajar la comida aunque sirve más para subir los animos. Que tal bombaza hermano...

De retorno a la casa en donde nos cae de golpe el significado de la ciudad "Ari Quepay": aca nos quedamos nomás. Mmmmm..
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