
No lo sabía pero la predilección de Jesusiño por las salteñas llegaría casi a rebasar los límites de lo sano. Aparte que en toda la Paz (por no decir toda la sierra de Bolivia) se puede encontrar salteñas. Si no tiene idea de lo que estoy hablando haga clic aquí y prepare una salteñita boliviana o una empanada tucumana en su casa (¡Jesusiño, apunta la receta!).

Acá hay que hacer un poco de historia. Breve nomás… porque cuando uno se va a ver a Santa Cruz hay que saber el rochezaso que le hicimos al hombre. Aunque la idea era que Bolivia fue un estado confederado con el Perú, ésta fracaso; aunque a un ex miembro del ejército realista, mariscal de Bolivar y ex presidente del Perú, Andrés de Santa Cruz, le pareció una buena idea. Siendo esta vez presidente de Bolivia, el país alcanzo un bienestar que nunca más ha vuelto a ver y propuso la Confederación Peruano-Boliviana para reunificar Perú y Bolivia en un solo estado intermedio.
En el Perú la cosa estaba como siempre: Salaverry le metió un golpe de estado de Orbegoso y lo redujo al sur del país, donde tomo contacto con Santa Cruz que le propuso apoyarlo en derrotar a Salaverry y recuperar la presidencia, siempre y cuando se comprometiera a integrar ambos países. Le sacaron la mugre a Salavery en Socabaya (allá en la campiña de Arequipa) y lo fusilaron en la plaza (mira donde hemos estado Jesusiño… ¡en medio de la historia!). Se formó la Confederación sin mucha simpatía ni en el norte peruano ni el Chile, y si en el sur peruano (a excepción del Cusco) y en el norte de Bolivia. A Chile en especial no le gustaba mucho la idea pues “se percibía un afán expansionista por parte de la república de Bolivia” (al final el afán expansionista chileno dejó a Bolivia sin mar 40 años después), así que un ejercito chileno y rebeldes peruanos desbarataron la Confederación. Es irónico, ahora a la distancia, pensar que en territorio peruano se libraron del ejercito boliviano gracias a un ejercito bajo el mando de un general chileno. Santa Cruz exiliado murió en España algunos años más tarde por postular una idea que aunque estratégicamente no era muy buena si era bien intencionada.
Que roche… es una historia francamente complicada y explica el estado actual tanto del sur del Perú, de Bolivia y sobre la posterior invasión chilena (para Chile sería sencilla una guerra con dos países tan inestables). Mas sobre este pasaje de la historia, aquí.
Pero ya le espacio me quedó chico para las otras cosas que vimos en la Paz…
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