miércoles, septiembre 13, 2006

BOLIVIA - LA PAZ (1)

Una de las primeras cosas que llama la atención de La Paz es el frío y la falta de aire. A 3.830 msnm definitivamente hace frío y falta aire para caminar. Otra cosa es que la ciudad se encuentra enclavada entre cerros, como una enorme olla de piedra llena de construcciones que se expanden hacia todos lados. La altura es relativa pues las calles suben y bajan de manera pronunciada. Las estrechas calles están llenas de autos que arrojan humo por todo lado (sobre todo en la Av. 16 de Julio que es una vía principal donde se termina en el Convento de San Francisco.
Retornando a lo nuestro. Nos levantamos temprano para programar nuestro recorrido pues el plan era llegar a La Paz y nada más. Afortunadamente estábamos cerca del terminal de buses, una edificio de estilo clásico francés modernizado en el 2005 que fue construido originalmente por la compañía de Gustav Eiffel (sí, el mismo de la torre en París). Es interesante visitarlo. Allí conseguimos una agencia que nos podría llevar a Uyuni, en la provincia de Potosí al sur de La Paz así que compramos los pasajes para las 3 pm. De allí nos fuimos a un quiosco cercano a comer unas salteñas con mate de coca a 2 bolivianos.

No lo sabía pero la predilección de Jesusiño por las salteñas llegaría casi a rebasar los límites de lo sano. Aparte que en toda la Paz (por no decir toda la sierra de Bolivia) se puede encontrar salteñas. Si no tiene idea de lo que estoy hablando haga clic aquí y prepare una salteñita boliviana o una empanada tucumana en su casa (¡Jesusiño, apunta la receta!).

Teniendo la mañana libre decidimos hacer un fase-tour por La Paz. Primero, caminar por la Av. 16 de Julio (es una fecha especial pues fue cuando el caudillo Pedro Domingo Murillo se pronunció contra el yugo español en el año 1809) hasta llegar a un boulevard (Calle Comercio) donde están los bancos, tiendas y el mercado (aquí encontramos una de las muchas oficinas del BCP… es una cosa media surrealista ver un letrero que reza “Banco de Crédito del Perú” en Bolivia). Luego de pasar por el Museo de Arte, llegamos a la plaza Murillo (donde lo colgaron al pobre por majadero) donde se encuentra La Catedral, el Congreso y la casa de Gobierno (el “Palacio Quemado”, llamado así porque se ha incendiado en reiteradas oportunidades). Al lado del la Catedral se encuentra la tumba del mariscal Andrés de Santa Cruz en un pequeño mausoleo custodiado por dos soldados “colorados”.

Acá hay que hacer un poco de historia. Breve nomás… porque cuando uno se va a ver a Santa Cruz hay que saber el rochezaso que le hicimos al hombre. Aunque la idea era que Bolivia fue un estado confederado con el Perú, ésta fracaso; aunque a un ex miembro del ejército realista, mariscal de Bolivar y ex presidente del Perú, Andrés de Santa Cruz, le pareció una buena idea. Siendo esta vez presidente de Bolivia, el país alcanzo un bienestar que nunca más ha vuelto a ver y propuso la Confederación Peruano-Boliviana para reunificar Perú y Bolivia en un solo estado intermedio.

En el Perú la cosa estaba como siempre: Salaverry le metió un golpe de estado de Orbegoso y lo redujo al sur del país, donde tomo contacto con Santa Cruz que le propuso apoyarlo en derrotar a Salaverry y recuperar la presidencia, siempre y cuando se comprometiera a integrar ambos países. Le sacaron la mugre a Salavery en Socabaya (allá en la campiña de Arequipa) y lo fusilaron en la plaza (mira donde hemos estado Jesusiño… ¡en medio de la historia!). Se formó la Confederación sin mucha simpatía ni en el norte peruano ni el Chile, y si en el sur peruano (a excepción del Cusco) y en el norte de Bolivia. A Chile en especial no le gustaba mucho la idea pues “se percibía un afán expansionista por parte de la república de Bolivia” (al final el afán expansionista chileno dejó a Bolivia sin mar 40 años después), así que un ejercito chileno y rebeldes peruanos desbarataron la Confederación. Es irónico, ahora a la distancia, pensar que en territorio peruano se libraron del ejercito boliviano gracias a un ejercito bajo el mando de un general chileno. Santa Cruz exiliado murió en España algunos años más tarde por postular una idea que aunque estratégicamente no era muy buena si era bien intencionada.

Que roche… es una historia francamente complicada y explica el estado actual tanto del sur del Perú, de Bolivia y sobre la posterior invasión chilena (para Chile sería sencilla una guerra con dos países tan inestables). Mas sobre este pasaje de la historia, aquí.

Pero ya le espacio me quedó chico para las otras cosas que vimos en la Paz…

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